25 de Septiembre del 2011

Ayer por la noche 10 mil personas fueron partícipes de la intensidad y del fuego que emanan Alejandra Guzmán y Moderatto al presentarse por primera vez en el Auditorio Nacional para festejar los 20 años de trayectoria de la Reina del Rock.

Cuando las luces empezaron a disminuir su intensidad, los asistentes, que en edades variaban desde los seis hasta pasados los 40 años, pensaron que se avecinaba la hora del show, y en completa oscuridad se escuchó una gran ovación, sin embargo sobre el escenario no sucedió nada.

Con el sonido de un motor y las imágenes de una motocicleta que se vislumbraban en las tres pantallas colocadas dos al costado del escenario y una al centro anunciaban el ingreso de Bryan Amadeus sobre uno de estos vehículos para tomar así su guitarra y comenzar con los primeros acordes de “Mírala, Mírala” con la cual apareció “La Guzmán” igual en una motocicleta de color rosa mexicano.

“Bienvenidos México” expresó la interprete mientras salía fuego de la parte frontal del escenario.

En varias ocasiones la extrovertida mujer aprovechó no sólo para bailar sensualmente al líder de la banda sino hasta para robarle un par de besos en varias ocasiones.

Entre algunas de las canciones que cantó para festejar el vigésimo aniversario se encontraron “Mala Hierba”, “Ten cuidado” y una de sus baladas “Llama por favor”.

Sin embargo, Moderatto también tuvo su turno con “Muriendo lento” en la que ella aprovechó para hacer un cambio de vestuario y continuar con su respectivo show.

“A pesar de todo lo que digan, después de 20 años quiero más. Bienvenidos a esta gran fiesta estamos muy emocionados desde hace rato nos entregaron un disco de platino gracias a ustedes”, fueron las palabras que dedicó al público antes de dar paso a “Ten cuidado”.

La noche estuvo plagada de “dinamita pura” ya que no sólo fuegos artificiales acompañaron en contadas ocasiones a las canciones de la interprete, sino que ella misma demostró que los problemas médicos que se habían sucitado hace un par de meses, los cuales le impedían bailar, habían concluido.

“Creo que esta es la canción que más me llega. Esta canción me hizo ganar un Grammy, el único que tengo” expresó previo a interpretar “Dime de verdad”.

“Quemándome” y “Sentimental” fueron la oportunidad perfecta para que Moderatto pidiera a los asistentes que se desprendieran de su “hue…” y gritaran con euforia para comprobarles que eran un público inigualable.

Posteriormente la Reina de Corazones reingresó en una minifalda negra para seguir con “Hey Güera”.

Par continuar con la herencia que su padre Enrique Guzmán le dejó, hizo subir a cinco niños para acompañarla en el escenario e interpretar uno de los éxitos de su padre “La Plaga”.

“Hacer el amor con otro” fue otra de las baladas que la cantante seleccionó para este show.

Miles de celulares iluminaron el recinto cuando la banda decidió interpretar “No hay otra manera” y para dar tiempo a que Alejandra hiciera un nuevo cambio de vestuario hicieron presente el tema musical para la cual ofrecieron sus voces Cars 2.

Nuevamente la exótica mujer apareció con un penacho de plumas y un vestido del mismo material para seguir con “Reina de Corazones” y “Volverte a amar”.

Ante la insistencia del público de querer continuar aparecieron dos temas más “Mil demonios” y “Día de suerte”, este última es el tema de la telenovela Una familia con suerte misma en la que Alejandra participó en una ocasión para demostrar quien era realmente.